Hacía ya algún tiempo que había llegado a este país y no tomaba en serio que tenía que estudiar inglés seriamente.
Un día, mi hija quiso que hiciera una torta, (o un pastel), dependiendo de qué país de lengua latina eres. Y me trajo un hermoso libro de cocina todo ilustrado y con bellísimas fotografías de los postres, prestado por una compañera de la escuela. Yo planeé todo para darle el gusto a mi hija, y comencé la preparación. Empecé a leer con mucho entusiasmo pero mi sorpresa fue que estaba completamente en el idioma inglés. Y ahora? Me dije.
Pero no me acobardé y continué con la «dulce» tarea. Creo que la única palabra que entendí fue «sugar» (azúcar) y los demás ingredientes? Algunos los traduje con mi diccionario de mano pero a los otros los adiviné. Lista, la coloqué en el horno y esperé ansiosa por el resultado. Mi hija llegó de la escuela muy feliz al sentir el aroma de una torta recién horneada pero cuando entró en la cocina me vió llorando con una masa dura en frente. Si, el aroma era bueno pero la torta horrible, dura y pálida. Me equivoqué en las cantidades? O tal vez algún ingrediente vencido. No! Es la falta del conocimiento del idioma inglés. Esa era la realidad.
A estudiar inglés entonces.